La corrupción, las acciones llevadas a cabo ineficazmente, las
tareas mal realizadas y los trabajos que
se han omitido adrede, afectan a todos los integrantes de un grupo de
trabajo, aún a los que dicen la verdad, a los que intentan llevar a cabo las
tareas de la mejor manera posible, a los que aspiran a que nada quede pendiente. Siendo
estos últimos, en la mayoría de los casos, los más perjudicados. Los que están “acostumbrados
a hacer mal las cosas” son más hábiles para sortear, evadir y esquivar ciertos
conflictos causados por la ineficiencia. Todas las situaciones pueden verse
agravadas si los dirigentes que comandan los grupos de trabajo, no tienen la preparación
adecuada, faltándoles autoridad y capacidad de discernimiento para tomas las decisiones
correctas.